03 Dic Solidaridad con IVA: Día Internacional de la Discapacidad (TRIBUNA Diario de León)
Juan José García Marcos Presidente de ASPACE León (03/12/2014)
Alguna otra vez, al hablar sobre la discapacidad desde el punto de vista humano y, consecuentemente social, he dicho que «los hombres somos algo más que una estructural corporal, a veces desordenada sobre una silla de ruedas; que eso que vemos es sólo la corteza y que lo importante, como en los árboles de madera noble, se encuentra en el interior». Ello lo entiendo así porque existe un orden superior sustentado en la solidez del entramado de valores que emanan de la dignidad humana.
Al hilo de estos pensamientos he creído que la aceptación de las personas con discapacidad, su integración social plena, enriquecerá moralmente nuestra convivencia porque será la levadura del armazón de valores cuya fermentación necesita hoy nuestra sociedad y constituirá la palanca solidaria que relance el rearme ético que estamos demandando a los poderes públicos, cada vez con más fuerza y razón.
Hoy celebramos el Día Internacional de la Discapacidad y mi primera idea, desde las consideraciones que acabo de exponer, es la expresión de mi sentimiento de deseo ferviente de que acaben cuanto antes las celebraciones de estos días especiales porque el amor haya superado las diferencias superficiales y efímeras que a veces nos impone la naturaleza, y la dignidad humana haya sido reconocida y respetada a nivel universal.
Pero hay que reconocer con amargura que nos queda un largo camino por recorrer para llegar al grado de convivencia social deseable. Sabemos que la atención debida a las personas con discapacidad es un derecho fundamental reconocido constitucionalmente; pero también sabemos que una cosa es predicar y otra dar trigo… No sé qué bicho les ha picado que ha inoculado en un número escandaloso de nuestros representantes públicos un virus de egoísmo, codicia y mezquindad para el que no hemos encontrado todavía la vacuna solidaria efectiva.
Y esa es nuestra causa, la causa de todas las asociaciones implicadas: inyectar en la sociedad la fuerza que brota de los valores que representan nuestros chicos con discapacidad.
Todo ello, y previo el reconocimiento agradecido a la sociedad de a pie por sus continuas e incontestables muestras de generosidad, y a los innumerables funcionarios y servidores públicos distinguidos por su entrega, eficacia e integridad acreditadas, todo ello, digo, vaya en contraposición a las motivaciones negativas, a veces invocadas por los poderes públicos, con razonamientos de pura bisutería intelectual, que dificultan la consecución de nuestras aspiraciones, como, y sin ánimo exhaustivo:
El tan cacareado principio de eficiencia administrativa sustentado en una concepción estrictamente economicista y no en razones de pura vida humana.
La dilación injustificada, inexplicada y desesperante de algunos procedimientos que afectan al bienestar de las personas con discapacidad.
El narcisismo falaz de algunos eslóganes propagandísticos como la invocación al ‘Estado de Bienestar’ o a la ‘conciliación de la vida laboral y familiar’ con olvido ofensivo de la vida real de las madres y padres de las personas con discapacidad.
El sometimiento de la solidaridad a tributación, como le ha ocurrido a Aspace León con las exigencias del pago del 21% de IVA sobre la recaudación de una exposición y venta benéfica de obras de pintura y escultura donadas, en un alarde de generosidad, por un grupo numeroso de artistas leoneses. Esto es lo que hay, y este debe ser el oficio de nuestras asociaciones: el reconocimiento y el servicio efectivo a la dignidad humana.